Monday, June 15, 2015

La Musicoterapia como método alternativo al transtorno del TDAH



 El TDAH es un trastorno de conducta que aparece en la infancia, y que se suele empezar a diagnosticar en torno a los 7 años de edad aunque en algunos casos este diagnóstico se puede realizar de una manera más precoz. Se manifiesta como un aumento de la actividad física, impulsividad y dificultad para mantener la atención en una actividad durante un periodo de tiempo continuado. A su vez, el TDAH se puede asociar con frecuencia a otros problemas, y sus consecuencias se aprecian en distintos ambientes de la vida del niño, no solo el escolar, sino que también afecta en gran medida a las relaciones interpersonales tanto con la familia, como con otros niños y con sus educadores, siendo estas interrelaciones clave en el desarrollo del niño.

 El tratamiento del TDAH con mayor aval científico incluye fármacos, reeducación pedagógica y entrenamiento a padres en el manejo de los comportamientos alterados de su hijo. Sin embargo, existen otras alternativas que se ha demostrado que ayudan en gran medida a llevar el tratamiento y reducen los efectos del trastorno; la musicoterapia. 

Cuando escuchamos música, ejercitamos nuestro cerebro de una forma única. “Existe suficiente evidencia científica que nos dice que la experiencia musical, el entrenamiento musical, todas esas cosas cambian nuestro cerebro…entrena y mejora funciones cerebrales que nada tienen que ver con la música”, explica el Dr. Charles Limb, profesor de la Universidad de Hopkins, quien ha investigado sobre el tema y escrito varias publicaciones al respecto. 

La estructura, los intervalos, la calidad y el timbre armoniosos de la música y los patrones espaciales temporales de largo plazo son reconocidos por nuestro hemisferio no-dominante (en la mayoría de nosotros el hemisferio derecho). Por otro lado, el volumen que cambia rápidamente, la trayectoria exacta y rápida del tono, el tempo y la letra son reconocidos por el hemisferio dominante (en la mayoría de nosotros el izquierdo). Asimismo, es sabido que la música clásica y dentro de ella la música barroca, con su ritmo y tonos graves, redunda en una mayor facilidad para consolidar el aprendizaje, restableciendo conexiones neuronales que nos permiten alcanzar mejores estados de atención y concentración. 

 Se han realizado distintas investigaciones que han derivado en conclusiones positivas sobre el tratamiento con música, como es el caso del director del centro para niños y familias de la Universidad Internacional de Florida, William J. Pelham, que hizo un estudio aplicando música alumnos con el trastorno mencionado. De este estudio, Pelham observó que algunos niños se distrajeron con la música, pero la mayoría no. “Incluso ha habido casos en los que la música ha ayudado a niños con TDAH a finalizar las tareas; en este grupo, la música fue tan efectiva como la medicación. En lugar de asumir que es mejor para un niño con TDAH hacer sus tareas en completo silencio, puede ayudar a su concentración hacerles escuchar música.” 

Otro estudio que fue publicado por el Hospital Psiquiátrico de La Habana, en el que la psiquiatra Barbara Valdes Aristides junto con otros colaboradores trabajó durante seis meses con niños de 8 a 11 años de edad con trastorno de TDAH que ya habían sido tratados en sesiones de psicoterapia sin mejoría de los síntomas. Al finalizar las sesiones de musicoterapia en la que trabajaban en distintos aspectos de la música como las improvisaciones musicales terapéuticas y el trabajo con canciones, se notó la diferencia abismal que había entre los niños que habían sido tratados con música de entre los que no, ya que los primeros presentaron una disminución en el uso de medicamentos, aumento de rendimiento escolar y la interacción social, la disminución de la hiperactividad en la clase y lo que sería el logro más importante en cuanto a los niños con TDAH con predominio de hiperactividad: el aumento del auto control y disminución de la impulsividad, mejoría en la atención, rendimiento escolar y mejoría de la autoestima superando las frustraciones. 

A modo de conclusión, los efectos de la música van más allá de solo relajarnos o entretenernos un poco, sino que tienen un efecto estimulante sobre nuestro cerebro, y como pudimos ver, sirve como terapia para reforzar en gran medida al tratamiento farmacológico de un trastorno tan difícil como el TDAH. La musicoterapia optimizó sus resultados sin secuelas negativas.

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